martes, 18 de noviembre de 2008

porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse.
Xavier Villaurrutia


Ahora sé lo irremediable del sueño
Tigres. Acaso fue el olvido su primer amparo
Este es mi origen, bosque iluminado por los ojos
Árido sólo en el recuerdo de tu voz.
Una piedra en donde te pertenece la amenaza
El susurro, el polvo. Sin arrepentimientos, sin azar.
Se pierden, como la eternidad en el desierto
Entre los espejos del alma.
Toda la esperanza tras la muerte. Y el sol.

2 comentarios:

tebo dijo...

.

el olvido fue la primera gran
consecuencia de la corriente
/mi segundo origen

pero nada se ha perdido para
quien muere con frecuencia
/no espera un despues

todo
bajo el mismo
sol que te detiene
por no se qué

.

Calei dijo...

florida!