miércoles, 11 de febrero de 2009

Éramos las cenizas celestes que el viento arrastra.
Éramos, los paisajes ocultos tras los balcones de su tiempo.
Éramos
el trueno de la noche sin mar.
el siniestro salvaje de sus ojos abiertos.
Éramos la verdad de los reflejos de sus puentes
Éramos misterio,
Una respuesta

1 comentario:

tebo dijo...

... fuimos tigres
.
.
... fueron tigres
.
.
... fuiste tigre