sábado, 18 de julio de 2009

de ninguna manera...

Al puente.
Un paisaje tatuado de cristal, los huesos tejidos en nuestro azul témpano. Una bóveda cobalto al sur de la escalera. Dos ventanas fugándose la respiración de los pájaros, la sombra de un Soldado despertando a la misma hora, sin arma, en guerra. Algunos gestos perdidos en el borde de un incendio, la nieve, una sonrisa celeste, dos treguas, a veces, un cuchillo sobre las meditaciones de Kafka, algunas velas encendidas sobre Ulises y los Crímenes/por debajo de la Universidad Desconocida. el retorno de un tango. Café. Silencio amurallado de manos sucias. el prusia congelado de cenizas.

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