Estás en lo tarde.
Con el amor siniestro de Alejandra.
Con sus amapolas de fiebre
Con el Exilio de sus ojos de aves.
Estás
Con el discreto horizonte
Entre sus cruces
/en el imperio de mar arbolado de mástil
Estás
En el café sin preparar
En el cuello de grises ruborizados
/por escucharse, por hundirse
Estás
en la fotografía celeste
en su abrir de libros, en su encontrarse en Rojas
-en su voz rompiendo todo azul
en verde-
Estás
En el muelle que descuidó
Otras piedras.
Otro cansancio.
Estás
unatarde
La página octubre
jueves, 1 de octubre de 2009
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